El viernes 11 se reabrió -después de dos años- esta área verde destinada a la contemplación. Está en el cerro San Cristóbal (entrada por Av. Pedro de Valdivia Norte) y desde el lugar se tiene una bonita postal de Santiago.
Apenas reabrió el Jardín Japonés del Parque Metropolitano, el público se volcó a conocerlo, pero sin saber que -a diferencia de otros espacios de esta enorme área verde santiaguina-, no es para hacer picnic, jugar a la pelota, ni arrancar las plantas, sino de contemplación.
Lo anterior, porque para la cultura nipona estos espacios son la materialización del paraíso en la Tierra, explicó en algunas entrevistas el arquitecto encargado de la renovación Juan Manuel Gálvez, quien también es máster en pasajismo de la U. de Chiba, en Japón.
Pero eso no es todo. También es por el enorme nivel de detalles que conlleva mantener un jardín del estilo, en que hasta el sistema de poda es distinto al convencional: en algunos casos se hace de manera manual y hoja por hoja.
Para conocerlo, debes hacerlo con el máximo respeto, el mismo que hay que tener en el templo Bahai, por ejemplo.
Lo más rápido para llegar es hacerlo por la entrada del parque por Av. Pedro de Valdivia Norte. Desde ahí debes subir más de un kilómetro por el camino de cemento, el mismo de los autos y bicicletas, hasta llegar a una bifurcación. Ahí, justo en la esquina, está este jardín de 4500 m2.
Descubrir el Jardín Japonés
La construcción del también llamado Jardín de la Amistad, fue gestionada por la Cámara Chileno Japonesa de Comercio, que lo inauguró en 1978, y reinauguró en 1997 el príncipe imperial japonés Hitachise, para celebrar los 100 años de relaciones entre ambas naciones.
Sin embargo, 20 años después volvieron a cerrarlo. Todo, para arreglarlo y ponerlo a la altura de los jardines del estilo que están en distintas partes del mundo. Y por lo mismo tardaron dos años.
Por eso, apenas intentes cruzar el dintel de la puerta, un guardia te dará todas las instrucciones de lo que no se debe hacer, mientras caminas en sus senderos que te llevarán a todas sus atracciones, como sus dos puentes de madera y uno de piedra, su laguna y sus miradores.
¿La gracia? En cada uno de los lugares tendrás un paisaje distinto, por ejemplo, desde un lado mirarás hacia Providencia, con el Costanera Center acaparando el paisaje.
Y si te paras cerca de la rueda de agua, verás en plenitud las cerca de 100 variedades de plantas y árboles, entre ellas más de 30 sakuras o cerezos, y algunas flor de la pluma, azaleas, flores de loto, crespones y liquidámbares.
No te extrañes si en medio del pasto te encuentras con una explanada de madera: es un escenario que se ocupará para hacer ceremonias tradicionales de allá, como la del té y la celebración del florecimiento de los cerezos durante la primavera.
Ojo con las lámparas, las reconocerás porque son minuciosas torres de piedra que las encontrarás instaladas en diferentes partes.
fuente:http://finde.latercera.com/aire-libre/jardin-japones-parque-metropolitano/